Todas las parejas tienen sus propias reglas y Samuel y Sofía también las tenían. Las que inventaron con su amor.
Un día, Samuel partió rompiendo las normas. Y Sofía creyó que toda su vida se iba con él. Sin Samuel, nada tenía sentido.
Muchos años de planes, ilusiones, sueños que cumplir, que se escapaban. Se deshacían y derretían en el tiempo como se había disuelto aquel amor que un día se prometieron.
Él encontró otro corazón que ocupar.
Ella descubrió una nueva vida que empezar. Tras desaparecer sus huellas Sofía se sintió mejor. Dejó de vivir con dudas, volvió a sonreír y el dolor que Samuel había causado, se desvaneció. Rejuveneció y volvió a creer en ella y en el amor.
Ahora a Sofía le quedan muchas piedras en el camino que superar. Otros Samueles vendrán y tal vez éstos también dejen huellas con sus dedos. Pero hasta entonces, desde que él se fue, se siente mucho mejor.
Que bonito relato y cuán identificados podemos sentirnos muchos, habemos muchas Sofías y muchos Samueles vagando por ahí.
ResponderEliminargracias, muy bello y cuantes hemos vivido lo mismo.
ResponderEliminarPero si llega un momento en que uno se siente mucho mejor, cuando aprende a amar mas a uno y no necesita del otro para sentirse valida.
cariños
Hechi
Sabes? me he animado mucho al leer esta entrada. Es interesante como alguien que no conoces de nada te puede cambiar el ánimo, así, por que sí, sin quererlo, sin intentarlo...
ResponderEliminarGracias a todos x compartir vuestros pensamientos conmigo y x dejar q yo comparta los mios con vosotros.
ResponderEliminarMe alegro mucho,es una ilusion,q con mis palabras pueda animar a nadie
bicos pa repartir