Todos sabemos que existe un punto de no retorno, a partir del cual el desencadenante es inevitable, aun antes de que ocurra.
Ese momento en que, hagas lo que hagas, sabes que el resultado será inesperado, descontrolado y nada más lejos de lo deseado.
A pesar de conocerlo, suele ser casi imposible no sobrepasarlo.
Un campo magnético inexplicable rodea dicho punto, arrastrándonos hacia el abismo de ese instante en que todo deja de ser dominable.
Un paso más que nos hace estar seguros de que lo que suceda se nos escapa de las manos.
Un campo magnético inexplicable rodea dicho punto, arrastrándonos hacia el abismo de ese instante en que todo deja de ser dominable.
Un paso más que nos hace estar seguros de que lo que suceda se nos escapa de las manos.
Y percibiendo que está ahí, sabiendo cuanto queda para superar la fase y así evitarla, un estado misterioso, hechicero, seductor y atractivo…nos empuja hacia él y sus turbias consecuencias sin que podamos hacer nada para evitarlo.
Cual es el enigma para eludir que la suerte esté echada?
Yo, a mis treinta y tantos, todavía busco el secreto para rodear el punto de no retorno y tener controlada la situación?
Cual es el enigma para eludir que la suerte esté echada?
Yo, a mis treinta y tantos, todavía busco el secreto para rodear el punto de no retorno y tener controlada la situación?
No habría sabido explicar esa situación con tanta precisión. Es cierto, llegas a él y ya te anuncia la próxima parada pero sin posibilidad de apearte.
ResponderEliminarA mis cuarenta y pico tampoco he sido capaz de rodearlo, ni aunque lo anuncie el GPS.
Al menos intentáis rodear el dichoso punto porque os atrae sin remedio.
ResponderEliminarDe un tiempo a esta parte tengo la sensación de que el punto de marras me rodea a mi.
Y ya no sé que es peor.
¡Un beso!