Deja de Volverme Loco

Desde que ella se fué, he pasado por varias etapas. Es duro ser dejado. Llevo varios días pensando en llamarla. Se que no conviene tener contacto, pero mi mente empieza a desquiciarse. Las reglas se hicieron para romperlas de vez en cuando no?

Romperlas y decirte que:

Querría desearte lo mejor, que todo te vaya bien. Pero no lo deseo. No es que quiera que estés mal, o que sufras…para nada. Pero asumir que eres feliz sin mi, que ya no formo parte de tus pensamientos, que ya no pesa aquel cuento que escribí y nos hizo protagonistas….es difícil.

Nunca había experimentado todo lo que he vivido contigo. Jamás esas sensaciones, esas ilusiones, esas ganas. Descubrí un mundo nuevo y muchos sentimientos que no sabía que se podían tener.
Tengo que luchar contra lo que quiero y asumir que no puede ser. Que he tenido la suerte de soñarlo durante un tiempo.

Recuerdos que hacen tanto daño. Algunos por increíbles, otros por duros. Era el hombre de tu vida y de repente todo dio la vuelta. Y dejé de serlo. (Cuanto me apena que no hayas sido la mujer que creía para haber hablado conmigo y contarme lo que te pasaba…) Recuerdo mis miedos a avanzar por pánico a que se jodiera. Ya tomaremos medidas, dijiste. Vaya si se jodió. Existe un antes y un después.

Quizás porque no me había pasado nunca, no soy capaz de comprender que ya no sientas lo mismo por mi. Tal vez por eso, mi mente me dice que no te olvide y que te recuerde que estoy aquí, que un día te enamoré como a una adolescente, sin ni siquiera tener intención de hacerlo.

Se que no es justo, niña, que diga todo esto. Ni para ti, ni por mi. Pero en estos meses, después de darle vueltas, de pensar mucho en todo, en mi vida, mi situación, en mis sentimientos, en mis experiencias…yo se que quiero el cuento. Sigo queriendo el cuento. Y no me gusta el final de nuestro relato.

Por eso me pregunto, qué pensarás tú? Qué sentirás? Ya no soy “el hombre” Ya no hay suficiente, ni lo habrá?

Fotografía de Albino Serrano y Cambacán