La Rúbrica del Amor



Y sin saber cómo entró en su vida, sin avisar. Se metió en sus sentimientos y emociones sin pedir permiso, y se coló en sus recuerdos cuando ya debería haber salido de allí. Siempre a destiempo

Las dudas embaucaban, la desconfianza amenazaba y la mentira cubría los restos.

Cuanto más intentaba olvidar, más se pegaba esa sensación.

Abono para un amor que no merecía ni un minuto más. Y aún así, con muchos ingredientes para seguir cocinándolo.

A mis Treinta y Tantos, cuando crees que todo acabó, comienza una nueva etapa, en la que el final debe hacer su rúbrica.




1 comentario:

  1. Hay que saber sazonarlo bien al cocinar y todo marchara bien.
    Bendiciones para esta nueva etapa.
    Cariños....

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