Las dudas embaucaban, la desconfianza amenazaba y la mentira cubría los restos.
Cuanto más intentaba olvidar, más se pegaba esa sensación.
Abono para un amor que no merecía ni un minuto más. Y aún así, con muchos ingredientes para seguir cocinándolo.
A mis Treinta y Tantos, cuando crees que todo acabó, comienza una nueva etapa, en la que el final debe hacer su rúbrica.
Hay que saber sazonarlo bien al cocinar y todo marchara bien.
ResponderEliminarBendiciones para esta nueva etapa.
Cariños....