Ida y Vuelta




Dicen que el tren pasa solo una vez y la verdad, yo creo que alguna más es posible que te puedas subir.
Di tu que hay muchas estaciones en el trayecto y quizás en otra llegues a tiempo de cogerlo.


Pero también es importante tener en cuenta que hay trenes que nunca te llevarán al destino que quieres, al que has escogido, y mira pues así, el viaje en balde tampoco es muy reconfortante.


Ser la locomotora, la maquina propulsora del tren, nada tiene que ver con ejercer el papel de último coche del carruaje. El desgaste varía mucho.

Vagones vacíos, que no tienen qué proporcionarte. En cuanto haya una vía mal puesta no habrá dónde agarrarse.

Vagones cargados, tan llenos que impiden ir cómodos en el viaje y tras un raíl dañado el golpe puede ser mortal.

Y el peor de todos, haber cogido el comboy equivocado y no darse cuenta hasta pasados kilómetros y kilómetros de recorrido. Y tener que decidir qué momento es el adecuado para bajarse a la de ya.


Pero en cualquier caso, antes o después, ser parte de un mecanismo y un viaje en el que todos los pasajeros hayan disfrutado, tengan su asiento guardado y deseen volver a subir si en algún momento han tenido que apearse. Tickets de ida y vuelta.


A mis Treinta y Tantos, por supuesto siempre hay quien ya no tiene billete para más excursiones, no hay plaza libre para más aventuras y su paseo, en mi tren, concluyó.


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