Y un día te das cuenta de que ya no queda nada. Sólo los restos. Sólo retales de aquella gran manta floreada, que ahora tiene las margaritas marchitas.
Y la deshojas ocupando cada pétalo con las preguntas que no tienen, tuvieron ni tendrán respuesta, adentrándote en un laberinto.
Los silencios arrasan el escaso jardín que pudiese quedar, porque ya ni palabras en un intento de ahogar el aroma amargo del prado vacío.
Queda reconocer que aquella ternura ya no tiene frutos, que no se pueden recolectar las ganas, y que la locura fue segada.
Que la noche fría y larga arruinó la cosecha.
Devastado el edén, y asolado el vergel ya no queda nada. Ni un pequeño huerto donde colocar un cenador.
Con los tallos que subsisten se forja un ramillete, de hojas secas. El de los recuerdos.
Con los tallos que subsisten se forja un ramillete, de hojas secas. El de los recuerdos.
No creas nunca que el amor te pertenece,
porque en ese preciso instante desaparecerá.
porque en ese preciso instante desaparecerá.
Mira lo que son las coincidencias, hace precisamente poco menos de una hora he estado viendo este video en youtube y me ha removido muchas cosas, muy buena entrada.
ResponderEliminarLO hermoso de la naturaleza es su capacidade de renovarse.
ResponderEliminarDe pronto lleva el invierno, las flores mueres y los árboles quedan desnudos, parece que todo acabo, hasta nuestro corazon y huesos sentimos el frio.
Pere lentamente casi como un milagro empiezan a aparecer nuevas hojitas, nos las mimas del verano anterior, estas son mas verdes, mas bellas, y de pronto todoo se llena de flores y sol otra vez, solo falta paciencia.
Hechizos de luz, esperanza, consuelo y paciencia
Un Abrazo
Hechi